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SOY

MUY 

CAPAZ,

JAMÁS

ME RINDO.

Han pasado 14 años desde la primera vez que pisé un Dojo de Karate, y desde entonces mi pasión y entusiasmo por este deporte no han hecho más que crecer.

 

En una ocasión me preguntaron cómo hacía para seguir luchando durante tantos años, a lo que respondí: "Lo que realmente vale la pena tarda muchos años en conseguirse".

LO QUE ES PARA TI, TE ENCUENTRA.

Lo que es para ti, te encuentra. Al mirar hacia atrás y reflexionar sobre todos los caminos y decisiones que he tomado, siempre me han llevado al mismo lugar: el karate.

Fue a los 10 años de edad cuando mis pies pisaron por primera vez un tatami. Años antes, me había estado preparando para el campeonato nacional de gimnasia, pero por alguna razón nunca me sentí en sintonía entrenando ese deporte. En el año 2009, mi madre me motivó a que comenzara a entrenar karate como lo hacía mi hermana, Michelle.  A pesar de que tenía miedo decidí intentarlo.

 

Desde aquel entonces han pasado 14 años y siempre he seguido diciendo que lo voy a intentar una vez más. Mis inicios en el karate estuvieron llenos de ilusión por aprender y mejorar, ya que siempre me ha llamado la atención superar retos.

Fueron años de lucha por conseguir una medalla internacional, exactamente seis. Seis años en los que nunca me di por vencida por completo, aunque debo confesar que en ocasiones pensaba que jamás lograría mi objetivo y que todo dependía de la suerte. Decía que la vida no estaba a mi favor, pero aún así seguía diciendo que lo iba a intentar una vez más.

 

Cuando se acercaba el fin de mi último año escolar, tomé la decisión de irme a estudiar a Alemania. Tenía todo listo, la familia con la que viviría, la escuela de alemán, incluso mi pasaje ya estaba comprado. Pero de repente, todo comenzó a complicarse con muchos obstáculos. Así que con mi madre decidimos cambiar el pasaje de Alemania por España y darle una oportunidad más a la vida y al karate para que me sorprendieran.

Fue la mejor semana de mi vida. Cambié mi mentalidad, aprendí mucho y estuve rodeada de las personas correctas. Fui con mi entrenador, Marcelo Abril quien me formó durante tantos años para ser la deportista que soy ahora, y un gran amigo, para entrenar con Luis María Sanz maestro al que he admirado desde siempre. Llegué a Valladolid, España a principios de abril de 2018, y en una semana logré cambiar  mi manera de pensar y me puse un nuevo reto: vencerme a mí misma cada día, en cada entrenamiento y en cada campeonato. Solo dos semanas después, logré lo que no había logrado en 6 años.

Por eso, estoy convencida de que lo que es para ti, te encuentra. Todos los caminos siempre me han llevado a las personas y lugares correctos. Creo que el 80% es trabajo duro, tanto mental como físico, el otro 10% es talento y el último 10% son las personas con las que te rodeas.

Después de seis años de muchos "no", finalmente llegó mi primer "sí". Mi primera medalla internacional no fue una de oro, pero para mí fue oro puro. Me demostró que la meta no estaba en ganar un campeonato, sino en convertirme en una mejor versión de mí misma, sumando un 1% cada día y sin darme por vencida porque lo que realmente vale la pena tarda muchos años en conseguirse, aunque eso signifique salir de mi zona de confort.

La vida y el karate me trajeron a una nueva aventura a 12 horas de distancia en avión desde Ecuador, que ahora considero mi segundo hogar, España. 

 

Fue en el año 2020 cuando llegué en el primer vuelo comercial disponible durante la pandemia. Conmigo, llevaba tres maletas, mi amiga y hermana Michelle y mi compañero de vida, Kiuby, mi perro. Allí me reencontré con mi familia después de un año sin verlos.

 

Aunque la incomodidad no es agradable, es la mejor medicina para un mayor crecimiento. Lo creo así porque aquí, lejos de mi país, el resto de mi familia, amigos y entrenadores que me vieron crecer, es donde estoy viviendo los aprendizajes más preciosos.

 

En este nuevo hogar, estoy avanzando en mi carrera universitaria. Además, el karate me ha sorprendido una vez más al presentarme al increíble maestro Jorge Romero, quien cree en mí, y a mi amigo y gestor emocional, Javier Casero, quienes hacen posible que logre crecer un 1% cada día.

Mantengo la mentalidad de principiante, dispuesta a vaciar mi vaso para llenarlo con nuevos aprendizajes. Como resultado, los éxitos han llegado solos, grandes momentos de alegría en campeonatos internacionales, pero también he experimentado fracasos. Sin embargo, gracias a ese 10% de personas importantes en mi vida, he obtenido valiosas lecciones de vida y nuevas oportunidades para crecer.

 

Mis días se han convertido en una lucha constante contra mí misma ganando esas pequeñas batallas diarias.

SI UN GUSANITO ES CAPAZ DE CONVERTIRSE EN UNA HERMOSA MARIPOSA, CUÁNTO MÁS NOSOTROS, QUE PODEMOS SOÑAR Y CREAR

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Episodio 26: Cristina Orbe

El karate me dio motivación para salir adelante”

Cristina es practicante de karate, la kata su pasión y su modo de competencia. Ella es una chica con mucha tenacidad, misma que se ha trasmitido al sinfín de medallas que ha ganado. Ecuatoriana por nacimiento, radicada en España, en donde actualmente se entrena.

 

En cada entrenamiento, en cada competencia muestra el amor que le tiene al karate. El viejo continente le ha dado un nuevo equilibrio en su práctica, ahí ha aprendido mucho en el karate, debido a que se rodea de gente que ama el arte marcial.

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